Arquitectura tradicional

La palloza y el hórreo ancarés

La palloza es la vivienda típica ancaresa, que a lo largo de la Historia se han construido con muros redondeados de piedra y cubierta de paja (colmo) sobre estructuras de madera. Han perdurado en el tiempo hasta hace poco, por ser la respuesta más coherente a las duras circunstancias climáticas de su entorno.

Estudio básico para la rehabilitación integrada de una aldea gallega, por Pedro de Llano Cabado. Estudio básico para la rehabilitación integrada de una aldea gallega, por Pedro de Llano Cabado.

En Piornedo y en otras poblaciones cercanas, tanto de Lugo como de León, se encuentran numerosas pallozas y palleiros (similares, pero para el almacenaje de la paja) auténticos testimonios etnográficos de una forma de vida que recuerda en muchos aspectos al prehistórico mundo de los castros. Las inclemencias de un medio hostil agrupó estas comunidades en las laderas más protegidas de las sierras, junto a sus tierras de labor. Para el almacenaje de la cosecha, como ocurre en toda Galicia, el hórreo ancarés también es una construcción singular, con estructura de madera y elevado sobre cuatro postes de piedra, se cubre igualmente con la paja del centeno.

El problema acuciante de su conservación por falta de uso ha condicionado la subsistencia de estas construcciones vernáculas protegidas por ley y de muy difícil mantenimiento.

Estos pueblos de montaña evolucionaron con nuevas arquitecturas de piedra y cubiertas de pizarra, concebidos, igual que las pallozas para vivienda y cobijo del ganado, algo que puede comprobarse en las que se encuentran accesibles para ser visitadas por el público.

As Pallozas, Mark Grimson, Editorial Galaxia, 1983

  1. Lareira ou reiga
  2. Astrago
  3. Estrevariza
  4. Forno
  5. Alcoba
  6. Riqueiso
  7. Cortello
  8. Caízo ou fucicheiro
  9. Barra ou parreiro
  10. Barrela

Iglesias

Son interesantes también las pequeñas iglesias de origen románico que han acompañado el sino de los pueblos. Muchas de ellas están acompañadas de tejos milenarios que ya custodiaban los antiguos cultos. Otras destacan por sus elementos artísticos: Oencia, los retablos mayores de las de Sobrado y Paradaseca, Santa Marina de Balboa, la portada norte de la de Ruitelán, la torre de la de Vega de Valcarce, las cubiertas interiores de las de Herrerías y de la Faba, los artesonados de las de Valle de Finolledo y San Martín de Moreda, la iglesia del monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda…

Molinos y herrerías

Sobreviven numerosas instalaciones preindustriales como molinos y herrerías que demuestran en muchos casos el agudo ingenio de sus constructores en una época donde la tecnología apenas conseguía llegar a estos pueblos. También son numerosos los rastros de explotaciones mineras, en especial las dedicadas al hierro y al oro. En este ámbito destacan las Médulas de la Leitosa, en el valle del Burbia, cerca de Paradaseca, una explotación romana muy parecida a la de las Médulas del Bierzo ya que se basa en la técnica de Ruina Montium.