Fauna

En el momento actual la fauna de Ancares muestra una importante riqueza; como ya se apuntó con anterioridad hay que considerar que la Serra dos Ancares es la última estribación occidental de la Cordillera Cantábrica, a la que se encuentra unida mediante la Sierra de Ancares de León e Ibias. Esta característica determina que constituya el límite de distribución occidental de varias especies, entre las que se pueden destacar el oso pardo, liebre de piornal, urogallo, pito negro y carbonero palustre, cuyas únicas áreas de distribución en Galicia se localizan en Ancares.

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Como especies más características y destacables de la fauna de Ancares podemos citar entre las aves al urogallo, perdiz pardilla, águila culebrera, chova piquirroja, aguilucho cenizo, aguilucho pálido, águila culebrera, halcón abejero, ratonero común, azor, gavilán, halcón peregrino, roquero rojo, pito negro, becada, paloma torcaz, chochín, curruca mosquitera, curruca zarcera, reyezuelo listado, agateador común y norteño, trepador azul, pinzón vulgar, camachuelo común, arrendajo, carboneros común, garrapinos y palustre, herrerillo común, mito y los zorzales común, charlo, alirrojo y real, entre otras.

erithacus rubecula

Varias de estas especies -antaño abundantes en toda la Cordillera Cantábrica- han sufrido una importante recesión por lo que su conservación es urgente; entre estas podemos destacar al urogallo, a la perdiz pardilla y al pito negro.

Los mamíferos encuentran en Ancares una importante representación, destacando sin duda el grupo de los carnívoros. Especies emblemáticas como el oso pardo o el lobo tienen en estos montes un importante espacio donde desarrollar su ciclo biológico. El lobo, que pasó por momentos muy difíciles en los años 60 y 70 del siglo pasado se recuperó con posterioridad y en la actualidad mantiene una población de cierta entidad en Ancares. El oso pardo llegó a estar casi ausente en el mismo período antes citado, pero en la actualidad su presencia es más común y permanente a lo largo del año (más adelante se habla específicamente del oso). Se puede destacar también a los mustélidos, como son la marta, la garduña, el tejón y el armiño; el gato montés -único felino presente en Ancares- encuentra en las zonas forestales salpicadas de prados y zonas abiertas su hábitat ideal. Los ungulados salvajes, los cuales desaparecieron durante los siglos XIX y XX (a excepción del corzo) presentan en la actualidad un estado floreciente, habiendo reocupado por medios naturales o mediante repoblaciones sus antiguas áreas de distribución. El corzo, que vio disminuir enormemente su población tras la guerra civil, se recuperó a finales del siglo pasado, alcanzando en su momento una de las mayores densidades existentes en toda España, siendo la más importante especie de caza existente en Ancares. El rebeco, extinguido a principios del siglo XX y la cabra montés que despareció con anterioridad, pueblan hoy en día las más altas cumbres de esta sierra. La población de rebeco ha aumentando de forma considerable y es hoy frecuente su presencia; la cabra montés fue reintroducida en la vertiente leonesa y gallega a finales del siglo XX habiéndose adaptado a estas montañas encontrándose su población, cifrada en unos 80 ejemplares, en aumento. El ciervo se extinguió en el occidente de la Cordillera Cantábrica pero las repoblaciones efectuadas desde mediados del siglo pasado propiciaron que en la actualidad ocupe casi todas las montañas cantábricas; la vertiente gallega de Ancares es poco propicia para su presencia manteniendo una reducida población. El jabalí que prácticamente desapareció de la sierra empezó a recolonizar de forma natural Ancares a partir de los años 60, presentando en la actualidad una población considerable causante a menudo de daños en los prados y pastizales ganaderos.

capra pyrenaica

El oso pardo llegó a estar casi ausente en el mismo período antes citado, pero en la actualidad su presencia es más común y permanente a lo largo del año.

Un buen número de especies de micromamíferos y murciélagos pueblan también estos montes. Además especies singulares como el lirón gris, la nutria y el desmán ibérico, encuentran en esta sierra los exigentes requerimientos ecológicos que necesitan para su supervivencia.

Entre los reptiles podemos destacar la lagartija de turbera, lagartija serrana, lagarto verdinegro, culebras de collar y viperina, lución y víbora de Seoane. Las condiciones de humedad y vegetación determinan la presencia de importantes poblaciones de anfibios, entre los que destacan la salamandra, tritón ibérico y palmeado, sapo partero común, ranas común, patilarga y bermeja.